Puck

El mejor vino rosado que he probado: Alma de Tobía

Rosados con Alma

De Tobía…

La cata de los Enogatos del mes de septiembre de 2011: Rosados, cosa seria http://www.verema.com/blog/puck/909674-rosados-cosa-seria me brindó la oportunidad de conocer un vino del que ya tenía excelentes referencias y que se alzó como triunfador absoluto de la velada: el Alma de Tobía Rosado 2010.

 

Y fue a raíz de ese evento que se me presentó la ocasión de compararlo con su homónimo del 2009 y con una personalísima apuesta de la bodega que es el Daimon, en este caso la añada del 2010 también.

La comparación de estos tres vinos me planteó una suerte de vertical en dos direcciones, primero la comparación de dos añadas del mismo vino, los Almas 2009 y 2010, y en el perpendicular, la comparación de dos rosados de la misma bodega pero con espíritus diferentes, el Alma 2010 y el Daimon 2010.

El resultado lo vierto a continuación no sin antes insistir vehementemente en quitar a estos vinos la etiqueta de “fáciles” “intrascendentes” o “femeninos”. Bodegas Tobía nos muestra con su empeño en elaborar vinos rosados de calidad que están a la altura y en muchos casos superan a tintos ubicados en su mismo segmento de precio y mercado.

Alma de Tobía Rosado 2009

Visual: Guinda oscura, cereza clara… Muy brillante y de baja capa

Olfativa: Intensamente goloso en nariz, con dulzura tropical de mango y chuches lácteas, sin mantequilla ni bollería.

Gustativa: Racimos y racimos de cerezas en sazón, esponjosas nubes de golosina rosa y blanca; mermelada de frambuesa y caramelo duro de fresa. De trago medio, tributario a una estructura presente pero no palpable. Paso fresco gracias a su excelente acidez que deja agradable recuerdo en boca.

Alma de Tobía Rosado 2010

Visual: De color frambuesa, pero tono tan, tan oscuro que parece un Pinot Noir de Borgoña, un joven crianza tinto, un moreno claro… Realmente, a la vista no parece un rosado.

Olfativa: Gran intensidad aromática de amplio espectro: abundante fruta roja macerada en licor, amplios lácteos grasos (mantequilla, bollería), especias dulces (canela y nuez moscada) y notas de ahumados. Un rico pastel de manzana bañado con sirope de frambuesa.

Gustativa: Amplio y untuoso pero no pesado gracias a una estupenda acidez que compensa la grasa y lo equilibra. De trago largo, profundo, muy agradable y placentero. Deja un delicioso postgusto en lengua y paladar.

Nota comparativa de las dos añadas de Alma de Tobía

Es muy interesante ver las diferencias entre el 2009 y el 2010, que a no ser que alguien de la bodega me corrija, entiendo que es fundamentalmente debida a la climatología.

El 2009 es bastante más dulce en nariz pero no tiene notas grasas y ofrece menos complejidad aromática. El 2010 sin embargo, deja claros recuerdos de bollería y su espectro aromático es tan amplio que llega a dar notas salinas de ahumados.

En boca, el 2009 tiene un paso más fresco pero bien estructurado. Más acido que el 2010 se adapta al gusto de aquéllos que prefieran un vino con más brío. El 2010 es más pausado en su recorrido, reclama tiempo para degustarlo y disfrutarlo, resulta más pesado pero no en exceso.

Dos vinos diferentes, ambos excelentesy totalmente recomendables.

Daimon Rosado 2010

Visual: De capa fina y brillante, con reflejos de frambuesa y destellos anaranjados; bonita y untuosa lágrima.

Olfativa: Delicadamente floral con claros aromas a pétalos de rosa que perfuman una fruta roja fresca que predomina sobre un fondo de licor.

Con mayor oxigenación la fruta roja pasa de fresca a macerada y aparecen unos ligeros balsámicos con un claro toque de regaliz rojo. Las notas florales se mantienen.

Gustativa: La cereza y la frambuesa se disputan protagonismo. Por detrás, amplios y ácidos lácteos que recuerdan al yogur aromatizado con frutas del bosque.

Con aireación, la cereza crece y crece hasta llegar a ser casi masticable. Aumenta en volumen y la acidez se disipa dejando tras de sí un elegante recuerdo a golosina fina.

Nota comparativa de la misma añada del  Alma de Tobía y el Daimon

Visualmente son muy diferentes, el Alma es muy oscuro y el Daimon mucho más claro, el Alma es profundo e intenso mientras el Daimon es alegre y chispeante.

En nariz también son totalmente diferentes, aportando el último las notas florales que le otorgan estilo y elegancia pero le restan intensidad.

La boca muestra mayor capacidad de evolución en el Daimon pero la estructura es más completa y placentera en el Alma.

Una vez más, dos vinos muy diferentes y de muy alta calidad.

Sinceramente me es imposible elegir uno por encima de los otros dos, por eso no los he puntuado. Creo que cada uno de ellos tiene su momento y su lugar, son vinos que dejan huella y que se hacen desear.

  1. #1

    JaviValencia

    Increibles esos rosados, rozando todos el sobresaliente alto.

    Felicidades mil veces por esas maravillosas crónicas.

    Muacks!!!

  2. #2

    Mara Funes

    en respuesta a JaviValencia
    Ver mensaje de JaviValencia

    Tienen complejidad y proporcionan goce ¿qué más se les puede pedir?
    Gracias niño y ¡Felicidades!


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