La Despeña recomienda Kabuki Wellington
Dado que nos gusta la comida japonesa nos recomendó un buen amigo este japonés en el hotel Wellington de Madrid.
Nos sorprendió el concepto de fusión de la comida japonesa con la mediterránea realmente muy conseguida en los platos que degustamos.
Local amplio de estilo minimalista con dos alturas y desde el que se ve la cocina, quizás la única pega sea la cercanía entre las mesas.
Muy buen servicio, nos atendió Hero que nos asesoro estupendamente, siendo quien nos sugirió probar los platos en los que se fusiona la comida japonesa y la mediterránea. Tanto la camarera como el sumiller nos dieron un servicio excepcional.
Una carta de vinos espectacular por su variedad y buenos vinos, precios correctos y buenas copas.
Comenzamos por un aperitivo de sepia, a continuación piña y melón sobre hielo picado:
Como primer plato fuerte usuzukuri de pescado blanco a la bilbaína, con auténtico sabor al pescado a la bilbaína tradicional. Seguimos por el usukuri de toro con tomate fresco y pan rallado, el sabor de este plato recuerda de manera sorprendente al pan tumaca.
De tercero un revuelto de patata con atún rojo espectacular, seguido por una ensalada de langostinos con copos de maíz, quizás el plato que menos nos sorprendió a pesar de estar buenísimo.
Con el siguiente plato degustamos huevos de codorniz con pate de trufa, toro con sabor a café con leche y hamburguesa de buey wagyu (similar al cobe) con tomate fresco.
Seguimos con nigiris, que se llaman las pequeñas degustaciones, en este caso de pez mantequilla con pate de trufa que tiene un sabor y una textura increíbles, nigiri de momiji y parrocha lardo.
A continuación el plato de carne, tomamos una costilla de buey de wagyu con salsa teriyaki, la carne se partía con los palillos para que os hagáis una idea de lo tierna que estaba y tenía un sabor estupendo.
Acabamos los platos salados con unas hamburguesas de wagyu con tomate fresco y una base de arroz.
Los postres fueron un plato de texturas de chocolates, a recomendar a los golosos, y torrija, con una presentación totalmente distinta a la tradicional y un estupendo sabor.
Y acabamos con un té y, como no podía ser de otro modo, con la bebida más típica de Japón “sake”.
Resumiendo, un magnifico restaurante que incluso puede gustar a los detractores de la cocina oriental, ya que la fusión que encontramos con la mediterranea la hacen muy asequible y comprensible a nuestros paladares.