Breve paseo por la Borgoña negra.

Aprovechando nuestra asistencia a una actividad de la UEC (¡Qué joya tenemos en Madrid con esta Asociación!) y dado lo divulgativo de la cata, hemos decidido contaros las experiencias vividas y más, siendo todos los vinos fácilmente localizables para los aficionados, especialmente los madrileños, en La Tintorería.

La cata la dirige César Ruiz, una de las cabezas visibles de esta enoteca ejemplar y se excusa diciendo que no es un gran especialista. Sin embargo, demuestra durante toda la presentación que el mes escaso que estuvo trabajando en la más grande, la Romanee Conti  y su pasión por Borgoña desde entonces, le han hecho a día de hoy poseer un bagaje digno de admiración.

Los vinos se desgranan de Norte a Sur con la fluidez que solo las pinot noir de esas latitudes pueden dar.

Comienza la cata en Marsannay, justo al sur de Dijon, en una de las pocas zonas donde se hace vino rosado.

René Bouvier-Marsannay “Clos Du Roi” 2007
Tan al norte, la Pinot Noir es capaz de madurar correctamente,  mientras sus compañeras la Cabernet Sauvignon y la Merlot, no lo hacen. Despalillado total y selección máxima junto a 18 meses en roble (30% nuevo) dan lugar a un vino de un color rubí y capa media, que se muestra en nariz joven y floral, con algunas trazas de lácteos, hojarasca y muy limpio. En boca, tanto acidez como tanino, tanto carácter frutal como ligereza, hacen un conjunto amable y que invita a beber. Final cortito y en conjunto perfecto para acompañar una comida.  A la media hora los tostados de la madera salen de forma notoria en forma de torrefactos. Por debajo de los 25 euros se convierte en una buena opción de compra  sin lugar a dudas.
78/100

Seguimos hacia el Sur hasta Gevrey-Chambertin  para encontrarnos con un perfecto ejemplo del carácter de los vinos de la zona.

Pierre Damoy Gevrey-Chambertin 2008
No es lo que se considera un clásico de Borgoña. Pierre Damoy efectúa poda en verde en sus viñas,  cría en roble y embotella sin clarificar ni filtrar sus vinos. Esto da como consecución un vino de color picota, y capa más alta que el anterior. Concentrado para esta zona, aunque no tenga nada que ver con la idea que en España tenemos de este calificativo. Una mineralidad evidente junto a ligeras especias, moras y chocolate tanto en nariz como en boca, hacen de el un vino interesante, aunque los 40 € nos hagan dudar de su relación calidad-precio. Mucho más complejo que el previo. 82/100
 
Bajamos más, a Morey Saint Denis para encontrarnos con uno de los vinos más agradables de la cata.

Lignier Michelot Morey Saint Denis “En la Rue de Vergy” 2006
El origen de este vino, son casi 2 Ha de viñedos  de 35 años en una finca con  una producción  de 40 Hl-Ha, muy cerca de Chambolle-Musigny. Uva seleccionada y barrica generalmente nueva con tostado medio dan lugar a un vino muy especiado, clavo, nuez moscada, pimienta roja, que no consigue esconder la fruta roja de fondo. Vino de muy agradable paso en boca y largo final. “Vino de sed” dice César que se llama en Borgoña este tipo y complejo añadiría yo. Sin duda un vino que se podría definir como clásico, elegante y mineral.35€ 
88/100
 

Pocos kilómetros más al sur se encuentra la villa de Chambolle-Musigny nos encontramos con un biodinámico de libro.

La Mansión Romane – Chambolle –Musigny “Les Foucheres” 2008
Estamos en las tierras de la elegancia y nos encontramos con un vino que aún elaborado con raspón y recibiendo los tratamientos de fitosanitarios mínimos, mantiene esa línea argumental de lo que de considera  un vino elegante.
Capa muy baja que sería propio de un rosado un poco pasado de contacto con los hollejos en España y que es en nariz una sinfonía floral, nítida y limpia con toques de frutillos rojos. Vino fino elegante, frutal  y fresco con un  paso en boca sedoso y con la acidez justa.  Por unos nada desdeñables 54 €  fue uno de los mejores.
90/100

Continuamos nuestro viaje hacia el sur con parada en Beaune, abandonando ya la Cote d'Or.

Albert Morot – Beaune Aigrots 1er Cru 2001
El vino procede de uno de los premier cru con los que Morot cuenta en Beaune. Nos encontramos con un productor de tendencias biodinámicas, que realiza podas y vendimias en verde para controlar los rendimientos. El vino, un poco cerrado en principio, se va abriendo hacia una gran finura, manteniendo la fruta con un cierto deje licoroso, y mostrando con la aireación notas de la madera en forma de especias. En boca mantiene una acidez muy bien compensada por una tanicidad elegante. 36 €.
86/100

Un poco más hacia el sur nos encontramos otro de los típicos pueblos borgoñones, Pommard.

Joseph Voillot – Pommard Vielles Vignes 2008
Uno de los productores que se han apuntado a la moda de no despalillar, por lo que su vino en principio apunta notas herbáceas, que se mezclan con fruta roja (ciruela), especias (pimienta blanca) y jengibre. Con el aire aparece una cierta mineralidad (tiza) Un vino que en boca tiene algo de pegada, buena acidez y una tanicidad elegante. Deja recuerdos de cerezas y ciertos matices salinos. 27 €
87/100

La carretera nos lleva muy poco después  hacia Volnay, donde catamos los vinos de un gran productor:

Michel Lafarge – Volnay Vendages Selectionees 2007
Este productor que despalilla entre el 80 y 100% de la uva hace un vino de una gran elegancia. En la nariz se muestra abierto con aromas de fruta roja y especias dulces, con unas leves notas animales al fondo. En boca se mostró fresco y elegante con un volumen apreciable y una cierta mineralidad terrosa en boca. Nos quedamos un buen rato admirando su posgusto especiado. 46 €
88/100

La última parada la realizamos en Maranges, ya en los límites del sur de Borgoña.

Contat Grange – Marange 1er Cru les Clos Roussots 2007
Productores que enamorados de la zona se establecieron en uno de los pagos borgoñones más “asequibles”, nos comenta César con una cierta mirada pensativa de envidia. Uno de los vinos que por su carácter más frutal, volumen y acidez algo más comedida se bebe con facilidad y es recomendable como una primera aproximación a los borgoñas. La última botella que había en La Tintorería obra en mi poder, aunque me han prometido traer más. 18 €.
81/100

Buena tarde pasamos disfrutando de unos vinos muy bien seleccionados para identificar el terroir en Borgoña. Esperemos que en el futuro se programen catas para profundizar en los vinos de los pueblos borgoñones.