Aloisiushof riesling spätlese 2009.

Los vinos alemanes, grandes desconocidos del mercado internacional hasta hace pocos años, al menos entre los novicios de la cata entre los cuales tengo el honor de encontrarme; son a menudo una gran caja de sorpresas.
El Aloisiushof Riesling Spätlese 2009, adquirido en la Charcutería Thate de Bilbao; no podía ser menos,(el término Spätlese en alemán significa "vino de cosecha tardía"). Doce euros y la botella a casa. Intenté reservarla en mi vinoteca, pero la curiosidad mató al gato, que se suele decir. Así pues aprovechando kilo y medio de bígaros comprado en mi pescadería bilbaina predilecta, Aquilino; abrí la botella el domingo a la tarde. El vino del Palatinado alemán mostró en cata unas condiciones fantásticas.
Color amarillo verdoso, con reflejos pajizos. En nariz, muy expresivo. Evoluciona de un cítrico inicial a un manzana verde. Al rato se muestra más goloso, anunciando su condición de vino abocado. Manzana asada y ligero toque vegetal, con recuerdos a paja y heno. En boca es suave, abocado, con un perfecto equilibrio entre acidez y dulzor, terminando en brioche. Media persistencia.
Descubrimiento de un vino excelente, ideal para quienes valoran los vinos de postre, de dulzor contenido. Más que bígaros le hubiese venido bien un foie. La próxima vez será.