A pan y mantel; díselo con una tarta!
No negaré que me gusta recibir flores, pero como buena gourmet si me ofrecen pasteles o bombones, o mejor, una tarta personalizada hecha artesanalmente y procedente de una de las mejores pastelerías de España, la cosa cambia sustancialmente. Y lo que podía haber sido un "qué bonitas, qué ilusión" se convertiría si la menor duda en un "si té me dices ven lo dejo todo". Así soy yo.