THE DALMORE. EL WHISKY
Agua, cebada, destilación y maduración: pura alquimia
The Dalmore es uno de los Single Malt más codiciados dentro del mercado de los Whiskies de Malta Premium a nivel mundial. Se trata de un whisky de lujo, elaborado casi artesanalmente en los Highlands de Escocia, conocidos como las Tierras Altas del país del Whisky.
Dicen los entendidos que uno de los secretos de un buen whisky de malta reside en el agua con el que se elabora, de ahí que las destilerías se construyan siempre cerca de manantiales, ríos o lagos. En el caso de The Dalmore, la localización de la destilería es sin duda una de las claves de su carácter y fuerza. Situada al norte de Escocia a los pies del lago Kildermorie, de agua fresca y clara, la destilería comenzó su producción legal en 1830. Su localización no fué casual, ya que cuenta la leyenda que las aguas del lago Kildermorie poseía propiedades físicas y curativas, de ahí que fuese un bien muy cotizado. En gaélico, la palabra Dalmore significa “Gran Prado”.
La calidad de la cebada es también importante para un whisky. The Dalmore se elabora con variedades de cebada que crecen en las zonas costeras del Condado de Ross y Black Isle, cercanas a la destilería. Además del agua y la cebada, el único ingrediente adicional es la levadura, que en esta ocasión es especial, ya que es capaz de producir una “cerveza” rica y afrutada, distinta a la que se obtiene habitualmente, y que pasará al proceso de destilación.
Un proceso en el que el papel de los alambiques es fundamental. Los de The Dalmore son considerados como los más antiguos de los Highlands (uno de ellos data del año 1874). La destilería cuenta con cuatro alambiques de wash de cabeza chata, diferentes a los de “cuello de cisne”, que son los más habituales. Esta peculiaridad hace posible la obtención de un espirituoso robusto y con carácter. Los otros cuatro restantes poseen un sistema único de enfriamiento alrededor del cuello, cuya función es que el cobre permanezca siempre refrigerado, y obtener así un espirituoso más puro. Pero aún hay más: uno de los alambiques es dos veces más grande que el resto, de manera que el espirituoso que se obtiene de él posee aromas más cítricos, afrutados y aromáticos que el elaborado en los otros, caracterizado por un sabor rico a manzana y pera. Ambos espirituosos, combinados en su justa medida, alcanzan un equilibrio y complejidad absolutamente incomparables.
Una vez producida la destilación, sólo queda que el líquido repose y madure en barrica sin salir de Escocia, para que se pueda obtener la clasificación de "Scotch Whisky". Hay un viejo dicho escocés, que dice "La madera hace el whisky", de ahí que esta frase sea tan importante como las otras. La madera empleada para The Dalmore es roble americano y botas de Jerez Oloroso. Cada una de ellas trasmite un carácter especial al espirituoso. El proceso mediante el cual el líquido madura y se transforma en whisky es considerado como un pequeño milagro, similar a la metamorfosis de una mariposa.
Una vez el Master Distiller considera que el whisky ha alcanzado el tiempo óptimo de maduración, selecciona líquidos de diferentes tipos de barricas y los mezcla. Incluso en algunas ocasiones, esta mezcla vuelve a madurar durante un periodo de tiempo incluso en otro tipo de madera diferente, con el fin de que esa combinación adquiera aromas únicos.
El resultado es The Dalmore, pura alquimia: un auténtico tesoro líquido, con equilibrados aromas a fruta fresca del espirituoso original, combinados con tonos de vainilla dulve y coco adquiridos del roble americano, que se unen a las esencias especiadas fruto de su estancia en botas de jerez.
THE DALMORE, WHISKY DE REYES
El ciervo con asta de 12 puntas
La destilería de The Dalmore fue fundada legalmente en 1839 por Alexander Matheson, aunque realmente su verdadera historia comenzaba unos años más tarde, en 1868, cuando el negocio pasa a manos de la familia de los Mackenzie, uno de los clanes más importantes de Escocia. Fueron ellos los que transmitieron al whisky el símbolo del ciervo con astas de 12 puntas, escudo familiar y emblema de realeza que aún distingue a cada botella de The Dalmore.
Este símbolo fue otorgado por el Rey Alehandro III de Escocia cuando uno de los miembros del clan de los Mackenzie le salvó la vida en 1263, evitando con su flecha que el monarca fuese herido ante el ataque de un viervo en celo. El rey, agradecido, concedió al valiente caballero el honor de poder llevar la cabeza del ciervo en su escudo de armas, bajo la consignia gaélica "Cuidich ´N Righ" o "Ayudante del Rey".
THE DALMORE 62 AÑOS
El whisky más caro del mundo
En diciembre de 2002, una botella de The Dalmore 62 años fue subastada por casi 40.000 euros y, tres años más tarde, el 15 de Abril de 2005, otra botella similar fue vendida en Reino Unido por 48.000 euros, lo que supone el precio más alto jamás pagado por una botella de whisky fuera de una subasta no benéfica.
Dicen que su comprador , al hacerse con la botella, la abrió y la compartió con todos sus amigos. No cabe duda que precios de esta talla son una excepción, aunque realmente son fiel reflejo de la naturaleza del ser humano, capaz de pagar lo impagable por hacerse con algo sin duda único y exclusivo; el objeto de su deseo.
Se trataba de un whisky absolutamente único, mezcla de líquidos añejos destilados en los años 1868, 1876, 1926 y 1939, cuya barrica sólo rindió 12 botellas; una auténtica joya líquida. Cada una de las botellas fue producida de forma artesanal e individual, con ilustraciones hechas a mano y con los nombres de los personajes e hitos más relevantes de la historia de la destilería. Además, las botellas están firmadas por Richard Paterson.
Algunas notas de cata de esta destilería: