Gracias, Oscar. Sí, no resulta sencillo evaluar la RCP en un restaurante de este estilo, lo mismo que la de cualquier gran vino. Son sensaciones y esas sensaciones te transmiten una emoción. Y esa emoción es la que luego tienes que ver si te ha compensado lo que has pagado por ella. A mí me pareció algo tremendo, único, sublime, pero también hubo que pagarlo. De cualquier manera, siempre es complicado poner números a experiencias tan singulares.
Saludos,
Eugenio.