En el Consum que tengo cerca de casa la hay de búfala y de vaca.
En Roma prové la casertana, traída ese mismo día, en un pequeño restaurante del Trastevere, famoso por este plato y los gnocchi de patata caseros que sólo elaboraban los jueves. Me comentaron que habían cerrado, así que me quedaré con las ganas de volver a probar ambos platos, de lo que guardo un recuerdo excelente.