A medio camino entre un clarete clásico y un rioja de estilo borgoñón

Se presenta con muy poca capa. De color rubí marronoso, ribete arananjado, claro, brillante, reflejos rojizos y asalmonados. Casi sin diferencia entre menisco y borde. En nariz es suave y de media intensidad, ligeramente reducido. Necesita de un rato para ir abriéndose. Hay suaves notas de fruta roja madura con apuntes de cereza en licor, confitura de naranja, nectarina, cítricos dulces y un fondo perfumado con aromas a flores marchitas, pétalos y un vaina de vainilla fresca que rezuma frescor. Al ir respirando gana en profundidad y sensación de crianza, cremosos, especias ahumadas, polvorilla, pedernal y un deje finísimo a hojarasca y trufa negra. Muy diferente a los claretes de 1955 y 1964: más compacto y serio, con semejanzas al Reserva Especial y al Vendimia Especial de la misma bodega. En boca es donde muestra más claramente estas diferencias. Un tinto redondo y concentrado, elegante, sabroso, con taninos firmes y vivos, y una acidez punzante. Mantiene el perfil básico de un clarete de Bodegas Riojanas pero con mayor profundidad y detalles. Se abre poco a poco a una mayor presencia de fruta madura y en segundo plano un fondo de barrica clásica, especias y tostados, que se repiten en retronasal. Muy largo. A medio camino entre un clarete y un riojano de estilo borgoñón. Gran vino!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/05/bodegas-bilbainas-1962-gran-reserva.html

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