Cambio de estilo, pero afortunadamente solo por un tiempo…

Rojo rubí, ribete rojizo, capa media.
Nariz intensa y primaria, muy frutal, demasiado para lo que esperamos de un nebbiolo. Toques florales, balsámicos y herbáceos, especias, cerezas en licor. Con más aire van apareciendo los tonos terrosos y el café en grano, pero siempre prevalece la fruta bien madura. Le falta algo de misterio.
En boca tiene las mismas virtudes y defectos que en nariz, es un vino limpio y sabroso, con acidez, directo, agradable y muy bien realizado pero…¿dónde está ese inigualable tanino terroso? ¿Dónde está la enorme profundidad de estos vinos? Indudablemente, algo ha pasado en este año…
El talentoso enólogo Dante Scaglione abandonó la bodega de Giacosa durante un tiempo (afortunadamente ha vuelto), y si le sumamos además una añada cálida y demasiado madura, algo que no hace bien a estos vinos, pues el resultado está ahí. Un vino impecable de factura, pero falto de carácter. Esto no es el Giacosa que conocemos. Unos 95 euros.