Pues efectivamente la garnacha plantada más al norte de España y de la zona más alta del Domaines Lupier hace un vino de terroir muy interesante.
Color picota intenso, capa media-alta, intensa lágrima. En nariz tiene mucho de furta negra pero también mucho de mineral, de regaliz, de turba, complejo. En boca tiene buen ataque, buen cuerpo, frutal pero más mineral, buena acidez; buena persistencia.
Una de las mejores sorpresas del último encuentro Verema. Poco conocido en España, el nombre ya apunta al mercado francés.
Pruebo en el Encuentro 2013 una garnacha navarra que producen en San Martín de Unx. Nada que ver con las garnachas aragonesas o catalanas que conozco. Recuerda más bien las garnachas francesas de Côtes du Rhône. Picota vivo, capa media-alta. Aunque es intenso en nariz y en boca, predomina una impresión fresca, con acidez atlántica, mineralidad. Agradable sorpresa, tanto más si se compara con su hermano El Terroir, otro garnacha elaborado en otro suelo: ¡y tan distinto!
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