Muy rico, muchísima fruta, sabroso

Botella bordelesa normal. Corcho bastante bueno para el tipo de vino que es (joven de maceración carbónica) aunque, por lo que sea, en esta botella, muy bañado en vino para llevar escasamente un año embotellado (el vino llega hasta casi la mitad del mismo). Huele muy bien.

Visual: rojo picota claro, capa media tirando a media-alta, ribete granate-transparente con destellos violáceos que indican la juventud del vino. Muy buena lágrima bastante abundante. Limpio y brillante.

Nariz: fruta roja no muy madura, recuerdos a yogur de fresas, frambuesas, lácteos, flores, toques a caramelo tipo sugus, mineralidad, piedra húmeda, hierbas y algo de regaliz.

Boca: entrada fresca, frutal a tope, suave y muy muy agradable. Con bastante tanicidad todavía en lengua y encías pero, a diferencia de otros vinos jóvenes, es una tanicidad agradable, sabrosa y golosa. Me gusta aunque seguro que 6 meses más le vendrían genial para estar, si cabe, superior. Excelente acidez. Buena estructura. Final largo para su tipología de vino, deja rastro en paladar, lengua y encías y, cómo no, invita a otro trago.

Es un vino tinto de trago largo, joven y frutal, moderno, fresco, tomado a 12-14ºC, entra solo, ideal para chateo (de calidad) y que marida con muchísimas tapas y platos. Un peligro de tinto pues es muy fácil acabarse la botella con bastante velocidad si se sirve a una temperatura ligeramente inferior a la de servicio general de la mayor parte de vinos tintos. Creo que con 6 meses más de botella estará todavía mejor.

La RCP me parece muy buena pues vale algo menos de 6 euros pero, aún sin tener crianza en barrica, la calidad se paga y en este caso, su precio está más que justificado.