Monovarietal de Cabernet Sauvignon con una crianza de 18 meses en barricas de roble francés y 20 meses en botella.
A la vista bonito color rojo rubí de capa media-alta con ribete granate, de lágrima densa, lenta y abundante, muy limpio y brillante.
En nariz es muy intenso, complejo, muy profundo y potente, aromas de fruta negra y roja madura con recuerdos de sotobosque (a las umbrías y senderos de los bosques del Pla Bages),pinasa, mediterráneo, balsámico, acompañado por toques de regaliz y sutiles tostados, a medida que se va abriendo nos regala aromas torrefactos, cacao, café y toffee. Todo un placer para la nariz.
En boca profundo, amplio, de largo recorrido y gran expresividad, con volumen y untuoso, equilibrado, fresco, fantástica acidez, vibrante, con unos taninos pulidos, maduros, integrados, fruta presente y agradables tostados y torrefactos, final con recuerdos mentolados, muy largo y persistente.
Un Cabernet Sauvignon de gran personalidad, todo un espectáculo de sensaciones y emociones, que te llena en todos los sentidos, seguramente de lo mejor que hay.

Después de la buena aceptación de la añada anterior la cual se agoto a principios de año, ya tenemos la del 2.008 en el mercado.

Viste un color picota intenso de capa alta y abundante lágrima tintada.

Ya en nariz destacar que es conveniente abrirlo 30 minutos antes de consumirlo para apreciar su máximo potencial.

Notas especiadas y torrefactas,balsámicos,cacao,café,fruta madura y mermelada entre otros.

Ya en boca se muestra amplio, envolvente y de buena longitud pero algo menos contundente que la añada anterior,muy agradable de beber con unos taninos bien pulidos y buena integración de la fruta con la barrica con un postgusto largo.Se mantiene sobre los 20€, muy buena RCP para todo lo que ofrece este vino que no es poco.

Este cabernet tiene todos los atributos para empezar a darse a conocer fuera de Cataluña.
Aunque no es un vino de larga tirada, espero que se pueda obtener a partir de ahora por el centro peninsular.
Cereza oscuro. Aroma fragante, desplegando de forma armoniosa toda su paleta aromática. Predominio de los aromas de barrica pero sin exagerar (té negro, pimienta negra, tostados, café, cacao negro) y de forma danzante notas confitadas de fruta negra, cassis con toques balsámicos, monte bajo. Luego van apareciendo otros matices.
En boca es muy equilibrado, estructurado, paso de boca firme, con volumen, pero sin pesadeces, llena la boca. Muy sabroso, largo y muy persistente, final curioso con ligero toque a pimiento confitado y menta. Algún toque mineral (arcilla).
Es el típico vino que uno no deja de mirar y de degustar, tal vez porque no se suelen ver monovarietales de cabernet con esta personalidad en España, creo que gracias a la viticultura ecológica y a un gran trabajo de vinificación.
Y con vida por delante ...