Para mi el mejor de la noche y eso entre vinazos es mucho.
Todo es expresividad, elegancia y equilibrio, un ejemplo de lo que tiene que ser un gran vino, tiene de todo y todo en su sitio.
Nariz y boca se dicen mucho.
Cuando catamos este vino medio en broma medio en serio los comentarios fueron de no seguir la cata, acabarla con este vino, pues seguro que no encontrariamos ninguno superior y que se le acercara.
Es sabroso, estructurado, con mucha armonia entre fruta y madera y tiene un final para recordar con sensaciones de chocolate y menta que dejan el paladar muy fresco.
!!! me queda una botella para disfrutar!!

Una vez más vuelve a ocurrir algo que comienza a ser relativamente frecuente: La perdida de la expresividad frutal en un Montsant o Priorat, en general en vinos de alta extracción. Al menos mi botella eso es lo que muestra, una pérdida de la capacidad frutal del vino, permitiendo la expresión excesiva de los matices minerales, parecen oxidativos y de la crianza en madera. Un vino sin vida, metálico y de carpintería deslabazada. Un pena, una vez más