Color granate con síntomas de evolución. En nariz tiene un buen equilibrio entre las notas de la barrica y la fruta, frutas maduras, algunas especias y un punto herbáceo. En boca tiene un buen ataque, buena acidez, cuerpo medio y buen desarrollo. Recorrido algo justo.

Buen vino. No es un vino fácil para el que no está acostumbrado a este peculiar coupage donde la base es la sempiterna (en esta zona) Monastrell.

A mí me ha encantado y ha maridado perfectamente con un arroz con costra ilicitano de Primera.

Visual: rojo picota claro, capa media, ribete ya con algunos tonos anaranjados. Buena lágrima bastante abundante. Limpio y brillante.

Nariz: fruta roja y negra madura, uvas pasificadas poderosas, algunos tostados, coco, vainilla, mermelada de higos secos, toques de sotobosque, mentolados y balsámicos agradables.

Boca: entrada fácil, pulida y sedosa, con volumen, de buena potencia y volumen, entrada dulzona particular de este vino, un vino un poco especial porque no gusta a todo el mundo (me consta), ese fondo a mermelada de higos y uvas pasas tan notorio ahora mismo, o gusta (a mí me encanta) o no gusta... para mí el paso por boca es muy agradable. Taninos dulces y bastante pulidos (aunque aún agarran un pelín a las encías superiores e inferiores). Buena acidez todavía que augura 1 año al menos más de vida en plenitud. Final largo con postgusto balsámico, especiado y, sobre todo, pasificado fenomenal pero que, como digo, va a gustos.

Vino tinto ilicitano peculiar, poderoso, el maridaje con una buena carne, guiso potente o arroz con costra es clave. No es un vino especialmente fácil de beber solo, pero bien maridado, es un fantástico vino que, aunque no guste a algunos y guste a otros, creo que tiene una muy buena RCP. Con al menos 1-2 años más de vida en botella bien conservado.

Cata realizada en la vinoteca In Vino Veritas de San Vicente del Raspeig. Han venido el enólogo y el bodeguero (Jaime). Excelentemente recibidos por Yvonne en su vinoteca.

Acaba de salir al mercado: la crianza en botella la ha hecho ya en bodega (filosofía de Jaime) por lo que sale perfecto para consumir ya o para conservar (adecuadamente) mínimo unos 2-3 años más.

Visual: rojo picota, capa media-alta, ribete transparente-cereza sin muchos símbolos de evolución. Buena lágrima. Vino prácticamente limpio (ligero precipitado pero muy espúreo).

Nariz: fruta en sazón muy madura, tostados poderosos, torrefactos, toffee, especias como el clavo, vainilla, coco, higos secos, mermelada de frutas y algunas notas sutilmente lácteas y de sotobosque.

Boca: entrada poderosa, potente pero muy frutal y fresca; invita a seguir bebiendo. Magnífica acidez acompañada de notorios tostados. Final medio pero que deja un buena retronasal y sabor de boca final. Invita a seguir bebiendo.

Magnífico maridando con canapé de tomates secos.

Buena RCP (vale 7.65 euros). Me ha sorprendido muy gratamente.

Nota: la crianza es, dicho por el bodeguero, de 12 meses en barrica de roble americano y francés (50-50%).

Color granate con ribete ligeramente atejado. Parece un vino más viejo de lo que en realidad es.
En nariz tiene notas especiadas, de higo fresco, de confitura de frutos rojos, de picotas en aguardiente, notas herbáceas, vainilla y notas tostadas.
En boca tiene una buena acidez, es recio, de corte clásico, paso ligero y buen recuerdo retronasal de notas tostadas. Recorrido algo justo pero equilibrado.

Es un vino bastante interesante, sobre todo para rondar los 6-7€. En perfecto estado de consumo ahora mismo.