Leroy, encabezado por la propietaria Lalou Bize-Leroy, es sin lugar a dudas una bodega mítica en el mundo. Las viñas de Domaine Leroy están cultivadas según el método biodinámico. Este método prohíbe no solamente todo tipo de tratamiento químico, el uso de herbicidas, pesticidas, abono de síntesis, sino que también reintroduce el conocimiento de los ritmos cósmicos esenciales para la regeneración del suelo, el trabajo de la tierra y el cuidado de la viña durante todo el ciclo del año.
Leroy es propietario de numerosos “terroirs” y cuenta con 9 Grand Cru:
Corton - Charlemagne
Corton – Renardes
Richebourg
Romanée – Saint – Vivant
Clos de Vougeot
Musigny
Clos de la Roche
Latricières – Chambertin
Chambertin

En esta ocasión probamos un vino de 26 años de la última añada mítica de la Borgoña.

Visual: De color casi teja capa muy floja, muestra gran precipitado.

Olfativa: Bien de intensidad, aun se mantiene fresco, ha perdido algo de nervio se presenta evolucionado, increíble la fruta roja fresca que aún tiene, que se muestra presente, impresiones de tabacos secos y finos, maderas finas, fruta pasificada, muchas notas terrosas y especiadas, con una gran definición, fantástica evolución.

Gustativa: Suave, maduro, paso ligero y muy sedoso, te acaricia el paladar, acidez aun presente mantenida y sorprendente, ligera fruta, sabroso, paso directo, mantiene una ligera estructura basada en su acidez.