Sin excesos

No sé si se encuentra en su mejor momento, puede que ya haya pasado, pero si muestra una elegancia y estabilidad que añadas recientes no muestran. Sin excesos, pero sin esa potencia frutal y exhuberancia, que sí en algún momento se mostararn junto a su elegancia y equilibrio actual, harían de este vino un vino sobresaliente. Es sólo mi opinión claro. Ahora se expresa en boca más seco, menos frutal, sin astringencia. En nariz su pérdida frutal deja con mayor claridad su excelente madera cremosa, ahora un tanto desequilibrada. 24 horas después , todavía más asentado- Se le puede exigir, es muy caro

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