Unos meses después....

disfruto (con enórmes mayúsculas), mi última botella de esta grande joya enológica de la península ibérica, que se encuentra a la altura de los mejores tintos de Europa.

Sólo indicar que le dió una verdadera paliza (también con mayúsculas) al coetáneo francés de Bruno Clair, el Gevrey Chambertin primer cur Les Cazetiers.

Es un vino de ensueño y dedicado plenamente al disfrute, se encuentra en un momento óptimo sobre todo en boca, de verdad que impresiona que un vino portugués que me costo sobre los 30-40 €, sea capaz de expresar estos sabores y con esta calidad, nadie absolutamente nadie, y había algunos muy entendidos y experimentados, acertaron que era un vino portugués. Fino, suave, delicado, con gran personalidad y caracter, expresivo, en una palabra glorioso.

Eso si, aunque la nariz rayo a gran altura, no se acercaba a la calidad de la boca.

El único, valga la redundancia, problema del vino, fué el corcho, salio totalmente roto y dejando secuelas dentro de la botella, por tanto el tapón totalmente inadecuado, lo puntuo con un 2-3.