Desde luego esta botella no deja indiferente. Presentación de etiqueta blanca, con las caras del equipo (supongo) de la bodega puestas de manera graciosa alrededor de la misma. Llama la atención.

El vino es curioso, porque no se nota tanino agresivo, y desconcierta un poco la boca que tiene. En nariz presenta notas de mineralidad y muy varietales, con la fruta roja y el pimiento verde presentes de una forma equilibrada. Tiene cierta finura.

En boca tiene volumen, es frutal, con buan acidez. Un vino "de libro" con cierto toque original fresco y de final medio.

Un vino que cuesta unos 4,5 euros, que me parece fantástico para acercar el mundo del vino a un segmento joven. La presentación divertida lo hace ideal para una compra más impulsiva y de prueba.

Un vino sin grandes pretensiones, pero con una relación calidad-precio muy adecuada.

Felicidades y ojalá este tipo de vinos se comuniquen más, que falta hace.