2ª Botella catada

Y gracias al amigo Mianbubi, regresamos al agradable trabajo de llevarnos este blanco a la boca. Casi después de un buen tiempo catado por vez primera, el vino a comenzado a cambiar de registros. En mi opinión, resulta más interesante en boca que en nariz.
Parece que esta última se ha domado con mucha rapidez y se presenta sumamente calmada. Intensidad media; esa piña tan de la Chardonnay que tiempo atrás se mostraba rotunda, ahora asoma con mucha sutileza, casi padeciendo vergüenza. Sí que, por el contrario, esas notas de almíbar, siguen presentes en esta fase. Fruta blanca madura.
La boca sigue, no obstante, en forma. No va muy sobrada de acidez, aunque bien es cierto que mantiene buenas sensaciones frutales, sabrosura y un beber muy fácil y amable.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar