Homenaje blanco

Mucho tiempo hacía que no probaba un Idrias, y menos uno blanco, completamente nuevo para mí.
Muestra un color amarillo brillante en copa; limpio y transparente con unos bonitos tonos verdosos. También se aprecia una suave lágrima transparente.
Nariz de intensidad media, con cierta complejidad para ser un blanco chardonnay joven.
Amaga ciertas notas almibaradas, dadas posiblemente por ese corto tiempo en la barrica.
Agitando la copa, asoman la piña de manera bastante perceptible y algunas notas cítricas.
Todo resulta agradable y bien fusionado.
En boca, acaba por convencernos por su equilibrio y buena relación con lo que mostró en nariz.
Amplio, fresco. Acidez en la medida justa. Regresa la fruta tropical en un recorrido bastante consistente y medio-largo en el paladar, que desemboca en un final bastante persistente de recuerdo frutal, pero no excesivamente goloso.
RCP interesante. No recuerdo el precio exacto, pero sobre 7-8€. Recomendable.

Sirva esta cata, para rendir homenaje y mostrar todo mi respeto por un hombre ( el creador de este vino), que fue grande en vida, maestro de muchos, creador de placer enológico y que nos dejó este pasado Febrero de 2010.
Descanse en Paz, Joan Milà, maestro de enólogos y soñador del Somontano.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar