Abrí este Estola Reserva 2004 esperando, a pesar de que su precio es bajo (unos 3 euros), algo más de él.
Ha estado conservado en óptimas condiciones pero... donde no hay, no se puede sacar...
Lo único positivo es que aguantó el tipo los 3-4 días que tuve la botella abierta (eso sí, haciéndole el vacío con mi bomba y tapones cada día que bebía algo más)... vamos, que no llegué a notarlo metálico ni que perdiera mucho (donde no había, tampoco puedes perder demasiado).
NO es un vino desagradable en boca, no entra mal, pero tampoco aporta nada especial. El final es soso y tan tan clásico y aburrido que me dice muy poco, el color no es ninguna maravilla y sus aromas son, más bien, alcohólicos y de fruta sobremadurada, poco más que añadir...
Reconozco que me costó acabar la botella.
Tengo que añadir que, además, hacía tiempo que no me dolía la cabeza después de beber vino (y eso que me he pegado buenos festivales) y con éste, incluso con un par de copas sólo diarias, sí tuve molestias (ya me lo temía: Estola cabezón)....
Me queda un Gran Reserva del 2001 que tengo que descorchar pero, visto lo visto, creo que Estola NUNCA MAIS (ni crianza ni reserva y, como no cambie mucho la cosa, ni gran reserva tampoco). Es un vino barato pero ocupa espacio en la nevera de vinos y es poco apetente su apertura (y no compro vino para sangrías).
Por el precio de este Estola hay vinos jóvenes, roble o de crianza que lo superan con amplitud.