Estuve hace unos años en las Bodegas Luzón, y lo vi a más de 40 euros. Es un vino que me había llamado la atención, pero me pareció un poco caro. El año pasado volví por Jumilla y lo encontré a 25 euros en una tienda. Me dijeron que al principio lo habían sacado a 60 euros, pero que han tenido que ir bajándolo de precio porque no conseguían venderlo.

De color cereza, ribete granatoso. Es un vino potente en nariz, especiado.
En boca aparece la fruta madura, menos mineral de lo que me lo esperaba. Un tanto graso, dulce, persistente, correcta acidez.

Un vino bastante agradable, una buena puesta en escena de la monastrell, maquillada con algo de Cabernet y Syrah. Me lo esperaba mejor la verdad, mas aterciopelado, con más pegada, más vino vamos. Por detrás del Clio en mi humilde opinión, pero de los mejores vinos de Jumilla que he probado.

Con una capa alta, llena la copa de color picota oscuro.
Perezoso en nariz, se descubre lentamente, haciéndose el interesante.
Compotas, mermelada de ciruela, vainilla, canela. Elegantes notas de madera.
Entra frutal, potente pero sin estridencias, graso y elegante.
Largo, largo, largo.
No fué el caso, pero este vino con dos buenas compañías,(personal y gastronómica)puede dejar un recuerdo perdurable.