Grata sorpresa la de esta botella olvidada en una rincón de la bodega.
La vida está llena de sorpresas, y a pesar de que presumo de memoria,
esta vez se me pasó que hacía tiempo ya me sorprendió esta elaboración
por su personalidad, fuerza aromática y una boca extraordinariamente
amargosa y peculiar. Y hasta me había olvidado que esta añada ya la degusté.

La evolución en botella ha sido una negación del paso del paso tiempo.
Casi nada ha cambiado en este caldo...el tiempo no ha hecho mella en sus
condiciones organolépticas, mantiendo los aromas de mi anterior cata.
Es más, aparecen nuevos registros de hierbas aromáticas e hinojos en flor,
dotándolo de mayor complejidad.

Cuanto puede aguantar? La nueva añada, la reemplazará.

La personalidad de este vino es lo que condiciona notablemente mi apreciación
y, como en todo, hay que exigir autenticidad. Este Xarel.lo, aunque modesto en
su elaboración, la tiene.

VISTA: Paja pálido cristalino.
NARIZ: Franco y con mucha fuerza. Se perciben aromas de flores blancas, naranja madura y membrillos.
BOCA: Seco, amargo y largo. Elegante y mineral. Recuerdos retronasales de citricos maduros.

Un blanco con sorpresa, muy aromático, con personalidad propia por su fuerza en nariz y el amargor elegante que deja en boca.