El gran tinto de Sudáfrica

Rojo rubí, ribetes rojizos, capa media-alta.
Aromas medianamente intensos, con profundidad, que agradecen el aire. Toques de flor seca, de frutas rojas muy maduras, especiados y balsámicos, hierbas aromáticas, café en grano, toques minerales y un ligero fondo de ese tamiz intrínseco de brea y alquitrán de la pinotage. Complejo y definido, madera muy bien integrada, muy agradable.
En boca es un vino redondo, de corte clásico, realmente encantador en el paso por su más que correcta acidez y su paso redondo y frutal tras el que quedan recuerdos de frutas maduras y especias, con un ligero toque balsámico y de brea. Tanino amable y pulido, fundido con nobleza. Buena persistencia. Sabroso.
Magnífico vino este Kanonkop, probablemente la punta de lanza del vino sudafricano a través de su más importante variedad, un cruce entre Pinot Noir y Cinsault. Tiene algo que echo de menos en muchos vinos del nuevo mundo: originalidad. Sobre los 30 euros resulta una opción interesante y un vino digno de ser probado. Muy bueno.