Segundas partes fueron menos buenas

Supongo que cuando esperas tanto de un vino, es fácil que no esté a la altura. La primera vez que probé este vino me emocionó, pensé que valía realmente lo que costaba. Y con esa idea me lancé a la segunda cata de este maravilloso vino.

Pues bien, sin ese condicionante previo, diría que es un grandísimo vino, potente, complejo, que llena tanto en nariz como en boca, pero esperaba tanto, que se queda "sólo" en eso. Y claro, en este caso ya no comparto lo de que vale lo que cuesta.

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