El mejor Pomal probado por un servidor

Color rojo teja, con ribete granate. En nariz, es persistente, predominando los tostados, el olor a madera vieja sobre fruta madura y un fondo especiado. Ya en la boca, recibimos un vino de buen cuerpo, redondo, equilibrado y de un agradable y largo final.
En el momento de abrirlo, nos sirvió de acompañante de embutidos, quesos y carne adobada y la verdad, nos convenció. Buena RCP y para mi gusto particular, mejor que el del 2000 y 2002, por ahora las añadas que de este vino pasaron por mi copa.

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