La mejor añada

Segun uno de sus creadores la mejor añada de este vino y ademas la primera añada, dicen que la añada 2018 se puede acercar.
No se nota cansado, ni siquiera en el color, lógicamente necesita algo de aireación, pero al momento ya se aprecia una nariz expresiva y compleja. Aromas de cueros limpios, y la fruta que todavia esta muy presente, ligeros herbáceos y marcada mineralidad, con la crianza aportando aromas de regaliz negro y fondo de tostados.
Muy bien en boca, el tiempo lo ha domado, tiene cuerpo pero también mucha elegancia, es pura seda, buena acidez, equilibrio entre fruta y crianza, notas de hierbas mediterráneas (en un vino atlántico), especiado y mineral.
Que suerte poder catar esta joya que ya es imposible encontrar, como curiosidad detras del 2004 catamos el 2007 y se mostro mucho mas apagado.

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