El arte de envejecer

VISTA: Ocre oscuro con borde teja y reflejos naranjas. Capa media-alta, penetrable.
NARIZ:Necesita tiempo, ya que depués de una hora abierto todavía se muestra cerrado. Media horita más y ya se notan sus aromas. Media intensidad que denota madurez. Cierta complejidad sobrevenida en parte por la reducción en botella...aromas de cenizas, chimenea, fruta roja compotada, pimienta roja, helado de ron con pasas y unos toques mentolados muy próximos a la hoja seca del eucalipto.
BOCA: Maduro y fluido, no es muy largo, pero su persistencia se crece con el paso de los minutos, aunque sí es muy mineral. Recuerdos aromáticos de fruta compotada y de helado de ron con pasas.

Cuando te acuerdas de que hace unos nueve años que guardas esta botella y no sé cómo ha llegado a ocurrirme, me pregunto las razones y no las encuentro...tanto tiempo un vino de estas caracterísiticas no es para olvidarlo allá abajo, sin un motivo. El caso es que hoy decidí abrirlo. Pocas botellas deben quedar ya de este caldo y lo que más me ha gustado es la dignidad con la que ha envejecido: está perfecto, quizás la fruta está más compotada y menos franca, pero todavía está. El corcho está consumido en menos de un 25%, por tanto excelente. Diría que podría soportar algún añito más, pero a partir de ahora va a ir perdiendo cualidades organolépticas de forma más geométrica...si le tienen, no esperen más y disfruten de él...tiene mucho que explicar!

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