Dorado limpio y brillante, burbuja pequeña y abundante.
En nariz es intenso y complejo, muy bien desarrollado. Notas de flor marchita, fruta blanca bien madura, ligeros apuntes especiados, cítricos en confitura, trazas herbáceas y balsámicas y un pequeño punto mineral. Muy amable, expresivo y con profundidad, la botella le ha sentado bien con una gran integración.
En boca es fresco y a la vez maduro, vertebrado por una buena acidez y con un paso cremoso y balanceado, dejando en el final recuerdos de frutas maduras, cítricos y especias, con un posgusto de frutos secos amargos. El carbónico está perfectamente ensamblado. Persistencia media.
Nos gustan mucho los cavas de Mas Tinell y lo cierto es que esta cuvée es una de las más equilibradas, con 12 años este vino está en un momento perfecto de consumo y todavía con posibilidad de guarda y mejora, un vino que se bebe de maravilla y acompaña muy bien en la mesa. Buen cava, Diego.

Poco que añadir a mi anterior nota.

Esta botella presenta un color más claro, más notas de piel de naranja en nariz y es más ligero en boca, con un post-gusto algo más corto.

Dorado brillante. Abundante burbuja pequeña y persistente.

Muy buena intensidad. Levadura, crema, brioix, piel de naranja, miel, notas de fruta blanca y frutos secos.

Muy buen ataque. Sedoso, piel de naranja, levadura, burbuja muy bien integrada, muy buena acidez. Paso sedoso. Muy buena amplitud. Post-gusto largo a piel de naranja con notas de frutos secos.

Esta cuvee fué elaborada por primera vez para el enlace de una Infanta de España; el comité de cata del consejo regulador lo eligió a ciegas entre todos los cavas de calidad como mejor espuoso. A partir de ese momento, la casa decide dar continuidad al producto situándolo en su gama más alta a modo de Cuvee de Prestige. Se trata de un cava elegante, untuoso, de larga crianza. Muestra un color amarillo dorado (catado en Riedel Grand Champagne), con espuma finísima desde el principio, burbujas diminutas y presencia de carbónico discreta. Evoluciona favorablemente en copa, ofreciendo al inicio aromas frutales de manzana, melocotón y fruta blanca; tras la aireación notas amieladas muy delicadas formando un original y equilibrado bouquet con los tostados y de panadería. La boca es aterciopelada, puro equilibrio, muy vinoso (recuerda en la textura a Borgoña con crianza) y con la mineralidad de los blanc de blancs que incita a seguir bebiendo. Todo un placer. Buena RCP 18 euros.