Sabores y aromas diferenciados y desmarcados de lo habitual es lo que ofrecen estos rieling de calidad. Amarillo palido, nariz floral, herbacea y con hidrocarburos, gasolina. En boca es muy sedoso, frutal, manzana en strudel, pera, remedando a postres con miel, me ha parecido un gran vino , como unico pero.. el dulzor, para mi gusto un poco demasiado presente para el vino que es.

Amarillo casi pálido con reflejos verdosos. Nariz elegante, perfumada, floral, miel y un personalísimo aroma integrado a hidrocarburo a gasoleo sensacional. Boca embriagadora, graso, denso, aterciopelado, como miel atemperada, único e inolvidable.

Color dorado brillante de aspecto aceitoso. La nariz denota al pricipio notas de pneumáticas para después desplegar una paleta arómatica de lo mas sugestiva: Lima escarchada, lichis, miel tostada, fruta blanca en almívar y azucar quemado.
En boca es una auténtica gozada, es graso, con un dulzor equilibrado por su magnífica acidez que te envuelve la boca para transportarte al paraíso...largo y envolvente. Una maravilla que todavía no emociona com el del 1990. Llegará a su nivel? Los años dirán. Des de luego margen de mejora tiene.

Es una delicia, un lujo, un cuerpo vivo de vino y sensaciones. Este impacto de fuel y mineral, con un crujiente limón duro y unas cortezas en almibar de naranjas y humo de tabaco con el gusto denso de mandarinas, pasas, higos y hasta anacardos. Una boca amplia con recorrido, vibrante, ácida, dulce, hasta casi doblar el paroxismo de la miel tostada. Rico y como con una cobertura de pomelo sobre milhojas de chocolate...

Aqui seguimos pensando en Catherina y ese encuentro fugaz en Pro-Wein allá por el 2007, en ese stand de Fassian. Este vino está delicioso, para olvidarte de potingues. Dorado no muy intenso, brillante, con una nariz intensa, no sé a qué huele pero huele bien. Parece mineral, incluso con frutillos en almíbar, flores y hasta parece que mi madre se ha dejado el gas dado. En boca entra delicioso, suave, redondo, explota dentro, largo, sin aristas, con buena acidez. Buen equilibrio...y que lo disfrutemos, ya sea con o sin la presencia de Catherina. Hasta mi abuelo dice que está bueno. Eso ya me vale. Quiere más.

Decantado con tan solo dos horas de antelación, jarreado con contundencia...
Magnífico color amarillo dorado, muy brillante y de aspecto denso.
Aromas muy cambiantes, primero algo de gas cerrado, neumático nuevo, y fruta blanca muy madura. Tras airearlo enérgicamente en copa, cambia a miel de romero, acacia,albaricoques, cítricos (Lima, pomelo...), e incluso al final aparecen notas florales de jazmin y lavanda.
Boca de ensueño, con magnífica acidez punzante, y un dulzor comedido totalmente agazapado detras de la frescura reinante. Increible recorrido en boca, y un final muy largo y sedoso.
Retro con mineral, mucho cítrico confitado, y serias notas de hidrocarburos.
Es un vino que pide guarda por decenios, capaz de cambiar en copa cada 5 minutos dándole aire. Para tirarse de los pelos, con el tiempo tenderá a parecerse a la añada 1990, espero...

Noche de celebracion en casa de un amigo y traca final con sorpresa. Infanticidio el abrir este vinazo ahora pero no hay que ser desagradecido y hubo que catarlo. Una copita me duro siglos. Color amarillo brillante, no parece filtrado por algun sedimento, lias tal vez?. Al no ser abierto con la antelacion suficiente tuvimos que jarrearlo a la bestia. Nariz inicial a gas metano, algo de azufre. Al rato aparece claramente la serie de citricos, sobretodo limalimon, ya no desaparece. Clara aparece la miel y notitas al fondo de flor blanca, delicioso. Pero lo mejor esta por llegar, la boca. Amplia, acida envolvente y de locura. Retro donde aparece caucho y derivados.Dentro de 10 años estara mejor, sin duda. Larguisimo y para gozar.