Este vino es una obra de arte.
Color cobre oscuro muy brillante
Nariz apabullante por su complejidad y facetas, hay orejones, ciruelas en almíbar, mucha cera de iglesia, un poquito de piel de naranja , un ligero keroseno y un fondo mineral muy notable
La boca es brutal, con una maravillosa acidez ; maravilloso equilibrio, denso, parafinado, enorme volumen que casi escapa de la boca, expresividad muy alta, , sensación de cera y orejones también en boca, con ligeros cítricos. Largísimo. Vino de los que no se olvidan
9,8

Tal y como cuenta Ricard la nariz es realmente impactante. Yo destacaría su profundidad, su volumen y su atractivo carácter mineral. Aparece también fruta muy fina y suaves notas almibaradas. En boca es fresco, con notable acidez, con cuerpo y tremendo ensamblaje. Acidez de carácter cítrico. Larguísimo y evocador. Un vino de emoción.

Ambarino claro, limpio y brillante.
Su nariz es sencillamente impresionante, tanto por su intensidad como por su profundidad y variedad. A ricas notas frutales de albaricoques, algo de nectarina, frutas tropicales, se unen delicadas sensaciones florales, tonos amielados, toques ahumados y sutiles presencias de parafinados . Y allí, al fondo, un delicado toque mineral.
En boca es muy intenso sabroso, con una ligera sensación de sequedad. Densidad muy lograda y bien compensada por una acidez que enamora. La fruta está aquí perfectamente integrada. Todo se muestra suave, elegante, muy como debe de ser. La mineralidad se enseña, pero no se toca. todo la la impresión de que se va a desvanecer de un momento a otro. Pero no, todo sigue allí, permanentemente, hasta el infinito. Tocar el cielo.