Lo primero que llama la atención de este vino es, como no, su botella,

Lo primero que llama la atención de este vino es, como no, su botella, original, espigada, de cristal transparente que deja ver el atractivo color rosa pálido muy limpio, casi piel de cebolla, con reflejos asalmonados. La primera impresión en nariz es intensa y compleja, con notas lacteas (yogourt de fresa), frutas rojas, notas balsámicas y de hierbas aromáticas. Se le nota mediterráneo, salino. En boca se muestra amplio y fresco al mismo tiempo, vinoso, con densidad, con mucha fruta roja en su óptimo de maduración. El final es bastante largo con un postgusto que recuerda la frescura de las notas más balsámicas. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con un vino rosado como éste. La lástima, su escasa producción, tan sólo 2000 botellas.

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