Dorado intenso y brillante con algún reflejo verdoso. En nariz es intenso

Dorado intenso y brillante con algún reflejo verdoso.

En nariz es intenso, maduro, complejo con notas de la crianza, tostados, finos ahumados, frutos secos como avellanas y almendras y fruta blanca madura, en especial orejones, pera madura y manzana asada. A esto se le añade una fina mineralidad y un toque austero de tierra mojada y humedades. Frescura sorprendente para un vino con 12 años.

En boca sigue sorprendiendo por su ligereza, acidez y austeridad. Es limpio y fresco, con una todavía cortante acidez y un largo y equilibrado final que deja recuerdos de fruta madura y minerales. Muy persistente. De carácter graso y glicérico como buen Meursault, pero compensado con una limpieza y linealidad habitualmente intrínsecas de este fantástico productor.

Un vino de antología que nos muestra dos cosas: un excelente viñedo y un igualmente excelente elaborador que con la madera justa y cuidando los matices de acidez y mineralidad ha conseguido que a los 12 años esté en un momento cumbre. Un vino tomado en su plenitud aunque todavía tiene margen de mejora. Sublime.

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