Opiniones de Viña Sarda
OPINIONES
35

La familia Sardá goza de notoriedad en Cataluña y en el extranjero, pero es muy poco conocida en España.Una historia muy frecuente en nuestro país, y que de vez en cuando, proporciona sorpresas como éste Tempranillo de 2003.
Lectura novedosa de una varietal que ha servido para confundir a muchos expertos, al añadir notas de pimienta y clavo, nuez moscada y tabaco, dando origen a un vino de entrada muy amigable, para un recorrido y un postgusto remarcables.
Yo dejaría algunas plazas en el nicho de la bodega para incorporar este vino a los habituales de consumo.

Vista: Cereza profundo con borde rosáceo y capa alta.
Nariz: Fruta roja madura con algún toque de verdor (pimiento verde). Muy profunco y con barrica casi inexistente.
Boce: Potente, estructurado, acidez perfecta y taninos bien integrados, final muy largo.

Grana intenso de capa media-alta.
Nariz de buena presencia e itensidad con ricos frutillos rojos de bosque , apuntes especiados –pimienta-, leves notas balsámicas y un fondo de maderas de calidad.
Sabroso, intenso, con un tanino plenamente integrado y una fruta fresca, madura y bien matizada por una acidez bien puesta. Recorrido que auna el frescor frutal con un elegante deje de crianza en madera. El resultado es un vino muy goloso, que se bebe con facilidad y placer. Buena persistencia.

Color rojo picota de capa media, con ribete mas claro y tenue. Lágrima poco abundante, y algo teñida.
En nariz, y al rato de abrirlo, olores de verdores, como de hierba recién cortada, algo de vegetal, mas tarde aflora la fruta roja madura, casis, torrefactos, y un poco de cuero nuevo con caja de puros de cedro.
En boca es agradable, con volumen y algo “verde”, como indicaba la nariz anteriormente. Acidez correcta, sin sobremaduraciones aparentes, pero con algo de dulzor residual muy curioso...
Retro a sangre, y herbaceos ligeros. Largo y de recorrido suficiente.

Un tinto sóbrio, balsámico y expresivo.
Una visual evolucionada cereza de ribete ocre e irisaciones moradas de medio cuerpo.
Sus inicios parece esconderse sin llegar a ser franco, se percibe mucho sin distinción hasta que los aromas frutales rompen el silencio repleto de frutillos rojos de expresión a Tempranillo. El movimiento le otorga descaro y aleja la tipicidad con notas vegetales muy marcadas y finos lácteos bien refrescados por balsámicos -menta- y especias.
La boca desmiente la visual, pidiendo botella, mostrándose carnoso y rico con puntas golosas en su ataque bien sostenido por una acidez apetitosa y firme, culmimando con ligero amargos y astringencia de unos taninos levementes secates por pulir, resultando amplio y postgusto con sensaciones de frutaroja en licor.

Un tinto vanguardista, mostrando otra cara de la sutil tempranillo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar