Tremenda nariz

Botella número 611 de las elaboradas por el gran Dirk Niepoort para la revista Matador.
En mi caso tuve mucha suerte y el vino estaba simplemente fabuloso,¡Qué pena saber que no volveré a probarlo!.
A la vista, se mostró granate oscuro, con un ribete aún rosáceo. De capa media tirando a alta, no me pareció muy limpio, pues existía gran cantidad de poso, aunque sí brillante. Lágrima definida y desordenada. Corcho largo y de calidad.
Tras su decantado no fue necesario esperar mucho tiempo, pues desde el primer momento el vino apareció expresivo y encantador en nariz. Pudimos observar delineados aromas a moras, cuero, serrín, humo, toffee y humedad.
En boca demostró la misma riqueza de matices, y detectamos violetas, carne cruda, sangre y un intenso deje mineral. Acidez y astringencia aún muy presentes. Paso elegante y cautivador.
Postgusto largo, frutal, mineral y algo amargo.
Otro pedazo de vino de un elaborador que parece que tiene una varita mágica en sus manos.