Una vez más, asombra este vino, consumido 18 años después de su vendimia;

Una vez más, asombra este vino, consumido 18 años después de su vendimia; si bien es verdad que empieza a "caer" un poco, pero aromas en nariz a tostados, cuero viejo y tabaco, a clavo y regaliz en boca, y un postgusto medido merecen un respeto.

Ha servido como un señor a una comida de picoteo diverso, y arroz caldoso.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar