Complejidad alta y con el sello distintivo de su larga crianza tanto en barrica como en botella.

Ámbar de irisaciones doradas. Nariz punzante desde el punto de vista de los aldehídos, hay notas de frutas blancas muy maduras, recuerdos de orejones, frutos secos ( cacahuete ) y cierta mineralidad calcárea de polvo de talco y tiza. Hierbas aromáticas y medicinales, camomila, flor de manzanilla, jengibre, notas vegetales y de esparto seco, tabaco, especias, maderas en descomposición, duela vieja, almizcle y nuevamente el talco. En boca es fresco, domado, con dejes amargosos vegetales ( mermelada de naranja amarga ), acidez cítrica y posgusto con las mismas sensaciones frutales maduras, amargosas, de tabaco y correcta acidez. Un Tondonia blanco en este caso de media - alta dimensión ya que es algo liviano en sus formas para lo que estamos acostumbrado a probar de esta legendaria casa, pero con una complejidad alta y con el sello distintivo de su larga crianza tanto en barrica como en botella. Decantado durante 45 minutos antes de ser degustado. Un vino que seguiría en perfectas condiciones creciendo en botella.

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