Vino color ciruela negra con ribete teja e irisaciones amarillas, capa media, limpio, brillante y lágrima densa y levemente tintada.
En nariz con buena intensidad, notas de fruta tanto roja como negra compotada, caja de puros, hojarasca, fruta pasifiacada como la ciruela, un puntito de membrillo, café, regaliz y caramelo, con evolución a cedro y especias. Bouquet excepcional, un espectáculo.
El paso por boca, suave, amable, expresivo, amplio, complejo, bien constituido, elegante, sedoso, buena acidez, quilibrado y muy sabroso, con una fruta pasificada muy rica y un tanino maduro y redondo, final de apimientado grandioso.
Retronasal, afrutada.
Posgusto, largo, franco y muy bueno.
Además es de esos pocos vinos que ya tiene una trayectoria de varias décadas para poder hacer una valoración global. A partir de inicios de los 70 hay un cambio radical en su concepto, cuando se dejó de usar la tempranillo, cariñena y monastrell en los ensamblajes para dar protagonismo definitivo a la cabernet sauv. Un tinto con cierto aire bordelés pero en el fondo muy mediterráneo, bien hecho. Yo no soy muy amigo de importar variedades por que creo que con lo que tenemos nos podemos hay suficiente para elaborar vinos con marcada personalidad pero hay que admitir que se trata de un vino emblemático para nuestra viticultura, al menos en su momento lo fue. Saludos!!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.