Picota de capa alta, con ribete violáceo. Tinta la copa. Sensación de

Picota de capa alta, con ribete violáceo. Tinta la copa. Sensación de juventud y potencia. Nariz fragante, intensa, seductora, muy elegante y con cierto aire borgoñón. La sinfonía de aromas se inicia con finos torrefactos, muy integrados, que van dando paso a notas predominantemente florales (violetas y rosas) y frutales (frambuesa, grosella), junto a notas minerales, especiadas y un punto vegetal: carbón, incienso, canela, cedro. Al final van apareciendo las notas terciarias con recuerdos de cueros finos y tabaco. En boca entra con amplitud, buena estructura y gran acidez, aunque le falta redondez, dejando un final levemente amargoso y áspero que desmerece un poco su fascinante nariz. Habrá que esperar a ver si el tiempo acaba afinándolo en boca, cosa que parece esperable, dada su juventud. En suma, un vino soberbio en nariz (para mi un 9.5) que debe mejorar en boca (un 8.5 ahora).

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