Tondonia menor

De color rubí marronoso muy claro, de capa media-baja, limpio, sin precipitados. Reflejos rojizos y anaranjados, brillante. Borde atejado, sin diferencias con el menisco.

Algo apagado en nariz con evidentes síntomas de reducción prematura a pesar de las buenas condiciones de guarda de la botella. Hay apuntes de barniz, anticuario, frutos secos, cascarilla y una suave nota enranciada de fondo como a solera vieja y tablón. Maduro, tostado, con un punto de caramelo quemado, abocado, con sensaciones a pasas y algarrobas. No se trata de un vino decrépito, para nada, pero está en ese punto en el que la moneda pueda caer de cualquier lado.

En boca es ligero, fresco, fluido, de paso amable y sin muchas más complicaciones. Mantiene el nervio suficiente para no venirse abajo y una acidez cítrica aguantada sobre fruta licorosa, madura. Esperábamos más...

Un Tondonia "menor", diferente, que dista mucho de los grandes vinos del periodo 54-70. Tiene ese aire natural de la bodega, ese clasicismo tan propio pero le falta el plus de calidad de las mejores cosechas. Los setenta no fueron el mejor periodo para los tintos de López de Heredia. Aquí un ejemplo. Intentaremos volver a rescatar una de estas botellas para comprobar si estamos en lo cierto. Es de justicia darle una segunda oportunidad.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/12/vina-tondonia-1973-gran-reserva.html

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Imperial Vs72

    La botella que bebí de ese vino no presentaba esos tonos quemados y enranciados que comentas, puede ser cosa de la botella que os tocó... lo que si es cierto, aún así, es que esa añada no está a la altura de otras precedentes (y posteriores...)
    Está pasando por su travesía del desierto o es que no da más de si? el tiempo dirá

    Saludos

  2. #2

    Limonero

    en respuesta a Imperial Vs72
    Ver mensaje de Imperial Vs72

    Se trata de una de esas cosechas que LDH básicamente debió de comercializar en el extranjero. Hay poquísimas botellas, algo parecido al 76, 78 o 80, que apenas hemos visto en España y que muestran unos Tondonia más delgados y con una evidente falta de peso.

    Por mucho que se hable de regularidad, del sello de la casa y de trayectoria, en el caso de las históricas bodegas de Rioja, el factor cualitativo de la cosecha es fundamental para los vinos viejos. Y ésta es una de las claves de la calidad de estos vinos. Un Bosconia del 42 o del 81, un Tondonia del 54 o 85...

    Un saludo!!

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