Vamos con este vino de la DO Ribera del Duero con 30 meses de barrica más 30 en botella. Vino "de altura" del cual hemos leído muy buenas críticas. Su apellido "dos cotas" indica que los viñedos están ubicados en dos de las zonas más altas de la Ribera del Duero, a 840 y 900 msnm respectivamente. Abrimos la botella y dejamos que respirase durante una hora antes de proceder con su valoración a 17°C. Corcho compacto, largo y tintado irregularmente desde su base.
VISUAL: Color rojo picota de capa alta, de cierta evolución, con un ribete en tonalidades rojizas y rubís, con un estrecho borde mostrando iridiscencias atejadas. De abundante lágrima, de grosor medio, lenta y transparente (93).
OLFATIVA: Muy frutoso, desprendiendo aromas de frutos del bosque maduros, cereza, fresa, frambuesa y mora. Tras la agitación percibimos terciarios de cacao intensos, de cuero curtido y tabaco rubio. También hay especiados de clavo y pimienta negra junto con matices herbáceos de montebajo, a tomillo. Ahora asoman balsámicos de eucalipto y por último un puntito del roble marcado junto con apuntes tostaditos de las barricas fruto de sus 30 meses de crianza. Complejo y de intensidad media-alta (92).
GUSTATIVA: Un vino contundente, con poderío, se nos llena la boca de frutosidad. Voluptuoso, amplio y con un paso por boca alcohólico, con recuerdos de guindas en licor y con los frutos del bosque muy presentes. De alta acidez, corpulento y carnosito. Tanino bastante dulcificado, de tacto amable, en un momento óptimo de consumo, aunque con esa acidez le queda mucha vida por delante sin duda. En retronasal encontramos un puntito mineral de tinta china, mientras que en el post-gusto se muestra poderoso y sabrosote, con notas herbáceas de laurel, de chocolate negro y con un puntito de coco muy curioso. No obstante la guinda en licor, las duelas envinadas, el roble y los tostaditos son los protagonistas en boca. Un riberita de gran calidad, cerquita de su clímax. Amable y elegante, una delicia (94).
La RCP atendiendo a que nos costó 29,90 euros la dejaremos en buena.
MARIDAJE: Lo abrimos con unas alitas de pavo al horno en salsa BBQ. Otro día acompañó unos solomillitos de cerdo al tomillo en salsa de frutos rojos con alcachofas y trigueros, y nos lo terminamos con unos frijolitos con costilla y huevo frito. Destacaremos el maridaje del último día. Sabores ferruginosos y cárnicos perfectamente armonizados con la intensa frutosidad y con las notas amaderadas de nuestro fantástico reservita ribereño.
VIDEOCATA: https://youtu.be/ZVhYTeE1NcE
Salud-os!!
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