A grandísimo nivel y aún con años de vida

Botella bordelesa de buen vidrio y con el escudo de la bodega grabado en la parte superior delantera.

Etiquetado clásico de este vino con la información legalmente imprescindible.

Contraetiqueta del CRDO.

Cápsula negra que cortamos con cuidado. 

Corcho de grandísima calidad y buena longitud (4,9cm) que extraemos con sacacorchos de láminas y que sale perfecto, entero y nuevo (como si fuera de un vino embotellado hace 2-3 años), apenas bañado interiormente en vino rojo granate oscuro hasta 1-2 mm (casi nada para un vino de más de 16 años).

Abierto como 1-2 horas antes de disfrutarlo y servido en copas amplias Lehmann Jamesse Grand Rouge.

Visual

Picota oscuro con tonos rubí, de capa alta, ribete levemente anaranjado-transparente con leves destellos granates, limpio (salgo algo de poso en el ribete en las últimas copas), brillante y de fantástica y fina lágrima de lenta caída.

Gran visual para 16 años. No tiene gran evolución para su edad y el corcho es prácticamente perfecto. (9,8)

Nariz

De gran intensidad desde el inicio con fruta negra madura en sazón, abundantes balsámico-mentolados, flores azules algo maduras, tabaco, mineralidad interesante e importante con notas de grafito y mina de lápiz,  finos y dulces tostados, toffee, chocolate negro,  cacao, regaliz, clavo, especias dulces,  herbáceos de monte bajo, toques cremosos que recuerdan un poco a lácteos por una parte y a crema pastelera, algarroba y amielados por otro.

Gran nariz la de este vino en este momento. Olfativa de vinazo en plenitud. (9,35)

Boca

Ataque frutalmente maduro, potente y contundente, con peso notable, de muy buena acidez y frescura para su tipología y graduación, es un vino complejo, envolvente, denso, voluminoso y expansivo, muy sápido, de gran cuerpo y magnífica estructura.

El paso por boca es sabroso, redondo, equilibrado, de taninos poderosos y con bastante nervio todavía (y que se pegan ligeramente a mucosas) pero ya muy bien pulidos, dulces y redondos. El alcohol, la acidez y todos sus componentes están genialmente integrados.

El final es enorme, larguísimo, con fruta negra madura levemente amargosa, chocolate y cacao, herbáceos, especias dulces, mentolados y un punto mineral y tostado final que lo engrandecen tanto en el postgusto (enorme) como la retronasal (muy persistente).

Boca de auténtico vinazo con todavía (y más viendo el corcho y su conservación), 10 años más de vida por delante.
Tiene hechuras, sin duda, para ello. (9,6)

Su PVP rondaba, en su día (años 2010-2011) unos 25-27€. Excelente RCP sin paliativos para lo que ofrece.

Si su hermano Crianza es un estupendo vino que envejece muy bien también, sin embargo, este Reserva Selección Roble Francés está a otro nivel.

Me queda una botella más para seguir algo más de tiempo su evolución.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar