Y hoy abrimos una de esas botellas que esperas con gran ilusión. Se trata de un Viña Dorana reserva especial, sin añada en su etiqueta, pero que el proveedor me aseguró, se trata de un vino de 1.964. En su contraetiqueta reza vino de crianza, je,je... 60 meses de crianza sí... Me adelanto a la valoración, pero finalmente creo que no mintió, era un 64 como la copa de un pino. Abrimos con alguna dificultad pues con el abridor de lamas el corcho (tintado un 80%) se venía abajo y al final lo abrimos increíblemente con el abridor estándar de tijeras. Aún así nos cayó un trocito que pudimos sacar de inmediato. Tras dos horas y media de aireación procedimos a su valoración a 17°C. 

VISUAL: De color rojo picota de capa alta… y mucho, espectacular dada su edad. Precioso ribete teja con reflejos anaranjados, muy luminoso. Sin lágrima apreciable, más bien se adhieren gotas al cristal (96).

OLFATIVA: A copa parada y tras dos horas y media de aireación surgen aromas a ciruelas pasas y pan de higo. Con el movimiento nos encontramos con algo estratosférico y que nos deja alucinando. Emanan fragancias balsámicas de eucalipto, montebajo mediterráneo (tomillo), té negro, castañas a la brasa, especiados de clavo, fúngicos de trufa negra, hojarasca húmeda, desván, polvorilla y regaliz. Continua con notas más terciarias de cacao en polvo, cuero curtido y pelo animal así como sutiles y delicados recuerdos a duelas envinadas y roble viejo. Espectacular en su complejidad manteniendo una intensidad media-alta (94).

GUSTATIVA: En boca se muestra pletórico. Brutal el ataque, con una acidez descomunal y de gran amplitud.  Los taninos muy mulliditos, acariciantes y presentes de menos a más tras cada sorbo. Con cuerpo y de gran estructura. Un titán que plantaría cara a muchos vinos con 40 años menos (que se dice pronto). Retronasal acompotado y alcohólico (guindas en licor) con recuerdos terciarios variados, especialmente a madera y cuero. Persistencia de tres minutos y 25 segundos en donde mantiene una elegancia y una personalidad dignas de la cosecha que representa. Menuda botellaza nos hemos encontrado, bárbaro! No nos quedan más de lo cual me entristezco, pues puede mantenerse a este gran nivel al menos otros 20 años con esa acidez inusitada. Gloria a los viejunos y que viva los Gómez Cruzado de los 60-70 (96).

La RCP fue excelente. Conseguimos la joyita en 2015 por menos de 13 euros... increíble!!

MARIDAJE: Nos tomamos esta botella en tres sentaditas. La primera con un "arrós en pilotes" hecho con un caldo de huesos de paletilla ibérica. La segunda fue con el surtido de embutidos, jamón y queso curado de los lunes. Y nos la terminamos con unos bistecs de ternera al tomillo con trigueros y "carchofetes". Nos quedamos con el maridaje con la carne, espectacular amigos pues los sabores sanguíneos, cárnicos y herbáceos de nuestro plato armonizaron a la perfección con los apuntes fúngicos y terciarios de este reserva especial. Tremendo el disfrute amigos!! Reliquias del pasado sin fecha de caducidad...

Salud-os!!