Añadir que este vino me ha sorprendido, no por sus aromas (finos pero no excepcionales), ni por su cuerpo, ni persistencia, ni nada de eso, sino por su equilibrio excepcional. Es un vino que se bebe solo, que sin destacar en nada produce un gran placer en su sencillez, por que es una gran bebida, cosa que a veces olvidamos que es lo que ha de ser el vino. Eso sí, no espereis una gran cosa, sólo un vino muy correcto en todas su dimensiones. Buen trabajo.

Amarillo pajizo verdoso. Muy brillante. Intenso aroma muy frutal (plátano, piña, naranja), con notas florales y herbáceas (hinojo). En boca es seco, fresco, ligero pero no fofo. Muy frutal y con refrescantes notas cítricas. Gran acidez, buen cuerpo y estructura a pesar de su ligereza. Final frutal con notas cítricas y ligeramente amargo. Correcta persistencia. Gran vino simple, del tipo joven fresco y frutal pero de los buenos, sin pompa pero con austera personalidad y equilibrio. Ideal para combatir los calores del verano y buen acompañante de un Brie de leche cruda. 4,5€.