Color amarillo dorado, no muy intenso, con reflejos verdosos. En nariz es bastante complejo. En este momento priman, a copa parada, las notas especiadas (vainilla) y de panadería fina, típicas de la crianza en barrica si bien, al agitar el vino, aparecen aromas minerales y de frutas carnosas y almibaradas (melocotón), frutas tropicales (mango, piña) y de flores blancas. En boca tiene buena estructura y bastante peso, con un final largo, fresco y mineral donde, de nuevo, en el postgusto reaparecen los recuerdos de la vainilla y la bollería. Mi impresión es que ganará bastante con algo más de reposo en botella, con una capacidad de guarda de, al menos, 4-6 años. PVP aproximado, sobre los 20 €,