De color rojo picota y ribete abierto, tiene una nariz bastante interesante, fresca, fruta roja, ciruelas, notas balsámicas, algo de vainilla y un punto de alcohol de romero. En boca la acidez destaca y hace que el vino sea fresco, tanino aún presente que se irá puliendo en botella, notas balsámicas de nuevo y un largo recorrido.

Es un vino con capa alta, de un color rubí intenso mezclado con granate.

Las notas balsámicas y frutales me sedujeron. Una vez en boca, el vino tiene una trama alta y marcada. Con cierto punto mineral.

Picota con ribete ligeramente abierto.
Nariz intensa y fresca que te recibe con un golpe balsámico, fruta negra, notas especiadas, algo de romero y hierbas aromáticas, fruta roja fresca, aceitunas negras y un fondo tostado.
En boca tiene buena acidez, con unas notas de fruta negra muy marcada, lo que mejora su peso de fruta respecto a la nariz, buena acidez y largo recorrido.

La verdad es que catado a ciegas no reconocí el predomino de la garnacha ni me llevó a la zona correcta. Viendo el coupage tampoco es de extrañar, así que me quedo con su personalidad frente a su tipicidad o expresión del terroir.

Color picota de capa media-baja. Ribete rosáceo.
En nariz se presenta tímido, algo cerrado. Con poco movimiento va expresándose con soltura. Sale fruta roja, balsámicos de eucalipto, vainillas, cacao, compota, mermeladas... Muy agradable.
En boca mantiene ese carácter compotado, ayudado de frescura, buena acidez, tanino con nervio, madurez y final fresco y balsámico.
Es complejo...

De color rojo cereza con la orilla rosácea, sin mucha capa. Muy balsámico en nariz, hierbas de monte, fruta roja, ciruelas, con un fondo alcohólico potente. En boca también se muestra potente, vaporoso incluso, frutal, sentido tanino de la madera, con destacable acidez y largo postgusto. La aireación le hizo mucho bien.

Visual:

Picota rosáceo de capa media-baja.

Olfativa:

Nariz de buena intensidad, mucha fruta concentrada, balsámico, alcohólico, caramelo duro. La fruta se va convirtiendo a roja fresca.

Gustativa:

Potente, frutal, mineral, floral (violetas), punto secante y final amargo y persistente.

El color del vino Terra Remota Camino 2012 es rojo y con tonalidades parduzcas.
En nariz se muestra alcohólico y balsámico a partes iguales, compensando el último al primero. Aromas de caramelo duro y de fruta roja y negra salpican aquí y allá.
La entrada en boca es potente, con tacto amplio y fresco. Tiene un buen y largo recorrido y una madera presente que con más tiempo en botella renunciará a su protagonismo.

Granate con ribete algo abierto. Nariz bastante expresiva, con toques mentolados, recuerdos a fruta roja, monte bajo y una puntita del alcohol. En boca tiene buen ataque, con un tanino robusto, muy bien de acidez, amargos medios, estructura media y notable persistencia. Catados a ciegas no fui capaz de ubicarlo geográficamente...

Es de un aroma frutal concentrado el cual necesita su tiempo para ir desplegando poco a poco, un rico aspecto mentolado a hoja de pino, toque balsámico, monte bajo mediterráneo y una fruta algo delicada más roja que negra. Hay un agradable fondo vegetal y unas equilibradas notas de la crianza con pinceladas de especias dentro del entorno de la frescura...

En la boca se muestra bravo, no lo pronosticaba, el tanino marca y señala, es noble, pero ahora se apodera del vino, hablando de poder, también hay que destacar el de la fruta, soberbia, madura, sazonada. Vas masticándolo todo entre la jugosa acidez que hace un poco más amable al conjunto, aunque ahora no lo pueda del todo. Le esperare...