En la pasada feria de los vinos de Cigales en Santander tuve la oportunidad, aconsejado por el Presidente del Consejo Regulador de Cigales D. Julio Valles, de probar este original, escaso y extraño vino. Un rosado de Garnacha Gris. Nada más y nada menos. De las 3 Ha. que parece que hay en España, esta bodega posee 1,5 Ha. de las que este año han elaborado 6.725 botellas de vino.
El vino se presenta en una original botella tipo borgoña con el cuello alargado. Vestida con una etiqueta de diseño moderno y cerrada con un corcho de silicona.
A la vista un color rosa pálido con notas violáceas y de capa muy baja. Limpio y brillante. Muy buena, abundante, gruesa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa. Ribete rosáceo pálido con notas violetas.
En nariz, abundante y frescas frutas rojas en forma de cerezas y fresas. Leves chuches de fresas.
En boca, es muy elegante, fino, vivo, equilibrado, sabroso, con volumen, muy, muy vinoso. Con una presente, viva y elegante acidez que invita a beber. ¿Su vida?, en mi opinión un año más en perfecto estado.
Muy grato, elegante, sápido y fino paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 2,45 minutos.