Lo que debe ser un blanco mediterráneo

Dorado limpio y brillante.
Nariz intensa y compleja, expresiva, con riqueza. Notas de una fruta blanca bien madura, membrillo, níspero, hierbas aromáticas, monte bajo, tomillo, lavanda, ligeros especiados, piel cítrica, leves ahumados de una madera bien trabajada, frutos secos, puntas minerales y lácteas. Complejo y expresivo.
En boca se muestra en parecidas formas, es un vino potente y con peso, largo y envolvente, pero compensado con una frescura, acidez y finura propias de un gran productor. Final largo que nos deja recuerdos de frutas maduras, frutos secos y tonos herbáceos, con puntas ahumadas. Persistente.
Domaine Gauby es quizá el productor de vinos secos más fino que hay en el Rousillon y este su blanco “top” es la muestra de lo que debe ser un blanco mediterráneo grande, intenso, poderoso y expresivo pero lleno de frescura y elegancia. Vino de gran disfrute. Unos 70 euros, los vale de sobra.