No hay que meterle prisa

El vino Antona García 2012 tiene color rojo picota con alguna transición a tonos parduzcos.
Nariz de alta intensidad en la que la madera cobra protagonismo con notas lácteas, especias, tabaco rubio, barnices agudos y marroquinería. La fruta asoma con tiempo de aireación.
En boca contrasta un tanino muy vivo con un tacto sedoso, los sabores te llevan al bosque con sus moras, grosellas y arándanos, también está presente el regaliz negro que da profundidad a una boca que aunque por pulir, resulta atractiva.